"Boda de Edurne y David: Una boda organizada por La Puta Suegra que desafió todos los convencionalismos

La boda de Edurne y David fue mucho más que una celebración matrimonial: fue un espectáculo lleno de sorpresas, creatividad y emociones. Desde la ceremonia adornada con olivos hasta la inolvidable fiesta que desafió los límites, cada detalle fue meticulosamente planeado para deslumbrar a los invitados y dejar una impresión duradera con maestría de La Puta Suegra. 

La ceremonia se desarrolló en un entorno clásico, pero acogedor, donde los olivos proporcionaron un ambiente sereno y familiar. La decoración, inspirada en un mercado al estilo de "La Bella y la Bestia", sumergió a los invitados en un mundo de fantasía desde el principio. Las estaciones de comida ofrecían una amplia variedad de delicias, mientras que los actores animaban la atmósfera con bailes y entretenimiento. Desde aguas personalizadas con el claim personalizado de la boda “next level” hasta una fuente para pedir deseos. 

La cena fue una experiencia cinematográfica en sí misma, con proyectores de películas que iluminaban el ambiente y una orquesta sinfónica tocando melodías de películas aclamadas. El catering, a cargo del renombrado chef Dani García, fue una delicia para los sentidos, con platos creativos que homenajeaban a los novios y sus pasiones, como la "mano de Edurne con un micrófono" y la "hamburguesa de David de Gea en forma de pelota de fútbol". 

Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó con el final de la cena, cuando un grupo de actores irrumpió en la escena y "secuestró" a los invitados para llevarlos a la fiesta en la segunda cantera. En los mismos transportes les esperaba un emocionante scape room hasta llegar a una serie de juegos y atracciones que mantuvieron la diversión hasta altas horas de la madrugada. Desde un autobús lleno de chuches hasta una tirolina que cruzaba la cantera, la fiesta fue un recuerdo único que nadie olvidará. 

En resumen, la boda de Edurne y David demostró que el amor verdadero puede ser tan emocionante como una película de Hollywood. 

Josep Plana Nadal